Señor Director: Sobre las desafortunadas declaraciones del ministro de Salud, quien sostuvo que los anestesiólogos son “una vergüenza para la profesión”, repudiamos la forma y fondo de dicha afirmación. Aunque es efectivo que nada nuevo hay en este exabrupto y es un hecho la falta de experiencia profesional del doctor Mañalich en un recinto público de salud, ello no lo exonera de su responsabilidad al mancillar injustificadamente el honor de los anestesiólogos. El ministro ha denostado a médicos que ejercen abnegadamente y en jornadas extenuantes su profesión en los hospitales públicos y privados; entre ellos, quienes con limitados recursos han sido y son responsables de la formación de especialistas. Cabe destacar que en el caso de la V Región, el 84% de los anestesiólogos trabaja en hospitales públicos. Las declaraciones del ministro se vuelven todavía más insólitas cuándo cuestiona la prestación de servicios privados de anestesia, alentados por la propia cartera que él dirige, pues es precisamente el Minsal el que promueve esta forma de servicios. Por lo tanto, resulta insólito que hoy sea el ministro de Salud quien desautoriza y cuestione moralmente este modelo. Además de ofender a los anestesiólogos con sus palabras, el ministro pretende ofrendarnos como sacrificio frente a la comunidad que reiteradamente reclama de la autoridad sanitaria el cumplimiento de su rol de proveer acciones de salud oportunas, seguras y de calidad. Constanza Ullrich C. Pdta. Asociación Gremial de Anestesiología V Región

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