Sach en prensa

17-01-2013

MEDIO: El Mercurio

La automedicación es frecuente entre los deportistas: El mal uso de ibuprofeno puede causar más dolor que beneficio

Sus efectos secundarios aumentan cuando es utilizado en dosis altas y por largos períodos. Las principales consecuencias se producen a nivel gástrico y cardiovascular.

Cristián González El ibuprofeno se ha convertido en un clásico del botiquín casero, en especial de los deportistas amateur, los runners y también de muchos profesionales que ven en este analgésico y antiinflamatorio la solución inmediata a los dolores musculares. Más de ocho millones de personas en España toman dosis diarias de ibuprofeno superiores a las recomendadas, según datos divulgados en el último Congreso de la Sociedad Española de Farmacia Comunitaria. En EE.UU. serían 30 millones de consumidores diarios, mientras que un estudio en Canadá establece que una de cada cuatro personas lo usa de manera ocasional. En Chile no hay cifras oficiales, pero los médicos reconocen un uso y abuso de esta droga. Como se trata de medicamentos de venta libre, "el registro de quiénes los usan, por cuánto tiempo y en qué dosis es imposible de conocer", agrega el doctor Juan Pablo Acuña, de la Sociedad de Anestesiología de Chile. Sólo se sabe que al menos un tercio de los chilenos se automedica y que los analgésicos y antiinflamatorios están a la cabeza de esta práctica. "El ibuprofeno pertenece a los antiinflamatorios no esteroidales (Aines) -como el Profenid, Ketoprofeno y Naproxeno-, que tienen distintas posibilidades de uso, como antipiréticos (para bajar la fiebre), antiinflamatorio y como analgésico. Los deportistas lo usan mucho con estos últimos dos fines", precisa el doctor Raúl Corrales, de Farmacovigilancia de la Clínica Alemana. Christian Canales (34) participa hace cuatro años en corridas y para eso entrena todas las semanas. "El año pasado me incorporé a un grupo de runners y ahí me recomendaron usar ibuprofeno, para evitar el dolor en las piernas. Lo uso sólo cuando corro más de 10 kilómetros, y da resultado". Aunque en la caja de estas drogas se advierte que su uso no debe prolongarse por más de una semana y con supervisión médica, en la práctica son pocos los que cumplen con ese criterio."En EE.UU. se puede comprar sólo la versión de 200 mg, pero aquí también hay disponibles de 400 mg y una de 600 mg, que debería usarse de forma excepcional", precisa el doctor Corrales. Reacciones adversas El uso permanente y prolongado no está exento de reacciones adversas. Como explica el doctor Hugo Marambio, traumatólogo deportivo de la Clínica Santa María, "lo más frecuente son problemas gastrointestinales, como dolor abdominal, acidez, vómitos, gastritis, úlceras e incluso hemorragias". También pueden causar complicaciones a nivel del riñón, el hígado y el corazón. "El ibuprofeno, como la mayoría de los antiinflamatorios, inhibe en el cuerpo algunas sustancias que dan señales de lesión o dolor, como las prostaglandinas. Pero eso también altera la función vasodilatadora de las prostaglandinas a nivel renal y cardiovascular", agrega el doctor Acuña. Hay estudios que relacionan su uso crónico y en dosis altas con el aumento del riesgo de infarto cardíaco. Además, como "ocultan" la sensación de dolor, una lesión muscular puede pasar inadvertida e intensificarse con el tiempo. Y aunque parezca extraño, una investigación realizada por la U. de Harvard en más de 26 mil hombres durante 18 años, advierte que al menos dos dosis semanales de ibuprofeno, junto con otros analgésicos, duplica el riesgo de desarrollar pérdida auditiva en hombres menores de 60 años. Los especialistas enfatizan que es importante respetar el uso correcto de esta droga, es decir, no más de dos o tres comprimidos al día, en intervalos de 6 a 8 horas y por no más de siete días. Asimismo, el doctor Acuña precisa que no genera dependencia, adicción ni tolerancia, por lo que no es necesario aumentar la dosis para conseguir el mismo efecto. El punto es que tampoco genera tolerancia a los efectos adversos, de manera que siempre puede aparecer si no se ingiere con responsabilidad y bajo supervisión médica. Ejercicio seguro Si la idea es evitar el dolor posterior a un entrenamiento, existen recomendaciones que ayudan a evitar recurrir a analgésicos y antiinflamatorios. El traumatólogo Hugo Marambio precisa que lo más importante es contar con un plan de entrenamiento acorde con la edad, peso y estado físico. No sobreexigirse, respetar los descansos necesarios para recuperar fuerzas y estabilizar el organismo. Durante la práctica, hidratarse en forma frecuente (no esperar a que haya sed), utilizar la indumentaria adecuada y evitar las altas temperaturas.

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