26-04-2022
La Sociedad de Anestesiología de Chile comunica el lamentable fallecimiento de la Dra. Luz María Olga Herrera Carvacho, destacada anestesióloga del Hospital Clínico de la Universidad de Chile. Manifestamos nuestra congoja por la partida de quien tuviera un rol protagónico en la formación de muchas generaciones de anestesiólogos. Sus funerales se efectuaron el 24 de abril de 2022 en el Cementerio Parque del Recuerdo de Huechuraba, Santiago.
El Dr. José Tamblay Potestad destaca en esta reseña los rasgos que la convirtieron en una persona que dejó huella en todos quienes la conocieron:
Conocí a la Dra. Herrera en 1978, cuando llegué a hacer mi formación en Anestesiología. En aquella época, el Hospital Universitario tenía muy buenos especialistas, sin embargo, el programa de formación no estaba bien estructurado. Había buenas reuniones clínicas y tardes docentes y , en ese contexto, la formación descansaba en la actividad clínica: traspaso directo de información docente - residente y, muy importante, discusión de criterios y enseñanza de destrezas. Así, Olguita fue una de las tres colegas que me brindó su amistad y entregó generosamente sus conocimientos.
Cuando la conocí, ella había llegado hacía poco del Baylor College of Medicine de Texas y también había pertenecido al equipo de Anestesia Cardiovascular del Hospital Universitario, de modo que tenía mucho que entregar a quienes recién nos iniciábamos.
Ella siempre se sintió muy identificada con el Departamento de Anestesiología y tuvo el empuje de sacar adelante importantes iniciativas que pueden ser desconocidas en la actualidad, pero, sin duda, son parte de la base de todo el desarrollo académico posterior de la unidad. Es así como tuvo a su cargo la dirección del primer curso de postgrado del Departamento, que tuvo “pantalones largos” en cuanto a su contenido y organización en el Auditorio Julio Cabello de la Facultad.
Siempre interesada en la docencia, durante años compartió la coordinación del Programa de Formación de Especialistas, que ya a esas alturas había alcanzado un alto nivel en cuanto a estructura, contenido y calidad de la formación. Ejerció la tutoría directa en la formación de jóvenes residentes que hoy son destacadas y destacados especialistas en el medio nacional.
La Dra. Herrera valoraba mucho la actividad académica del Departamento y eso la motivó a participar en publicaciones que permitiesen compartir con la comunidad nacional este acervo. Es así como en 1994 fue impulsora y coeditora de la primera edición del Manual de Anestesiología del Departamento, obra que tuvo un positivo impacto en nuestro país y que ya completa cuatro ediciones al día de hoy. Cómo anécdota, puedo relatar la satisfacción que me produjo encontrarme este libro exhibido en la vitrina de la editorial en la Gran Vía de Madrid. Así también, fue impulsora del Boletín de Anestesiología del Departamento, publicación que permitía compartir parte de la actividad académica desarrollada en el Hospital en Reuniones Clínicas, Seminarios docentes y Clases. Además, Olga fue una mujer culta, con inquietudes en lo humanista y en el arte. Perteneció al Coro de la Universidad de Chile.
Durante el último tiempo, su salud se deterioró y se fue aislando, lo que hace más triste su partida y el peso de su ausencia. Esto me lleva a una reflexión: siendo parte de una generación en que era más importante la autoformación, sin duda la Dra. Herrera entregó más en relación a lo que recibió. Y lo hizo en forma sobria.
Existe el riesgo de que todo esto sea desconocido. Sin embargo, podemos tener la certeza de que fue feliz en esta entrega y que esto trasciende en quienes pudimos conocerla”.
Dr. José L. Tamblay Potestad
Sociedad de Anestesiología de Chile
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