28-11-2011

Carta a la Comunidad Médica de la Clínica Los Andes

Puerto Montt, 28 de Noviembre de 2011 Señores Comunidad Médica Clínica Los Andes de Puerto Montt PRESENTE

La presente tiene por objeto informar a ustedes en forma cronológica y pormenorizada sobre la situación entre la Sociedad de médicos Anestesistas de Puerto Montt y la Administración de Clínica Los Andes.

En esta parte no emito juicios, sólo expongo a ustedes los hechos con la mayor objetividad posible.

Los primeros días del mes de noviembre de este año, la clínica procedió a contratar servicios externos de Anestesia para dar cumplimiento a un compromiso de venta de RNM para pacientes del Hospital de Puerto Montt. Al principio la compra de este servicio no incluía la prestación de anestesia, ya que el acuerdo original fue que esta sería otorgada con el recurso del Hospital. Sin embargo, debido a que los anestesistas manifestaron al Hospital la imposibilidad de realizarlas por la gran carga de trabajo -implicando ello suspender otras prestaciones del sistema público-, la administración del hospital solicitó a la clínica la venta de la prestación completa, es decir RNM incluyendo anestesia.

La administración de la Clínica debió recurrir a Anestesistas Externos, dado que a la fecha el suministro de anestesia para exámenes de Resonancia Magnética se encontraba suspendido por decisión de la sociedad de médicos anestesistas de la Clínica.
Como consecuencia de esta compra de servicios, el grupo de Anestesistas de Puerto Montt decide el día Lunes 7 de noviembre del presente no dar anestesia a ningún paciente en horario inhábil, mientras se mantenga la compra de servicios externos, lo que es comunicado telefónicamente a esta dirección.

La Gerencia y la Dirección, para mantener la atención de nuestros pacientes y las necesidades de los médicos concurrentes, principalmente en las urgencias, deciden solicitar al grupo de anestesistas externos su participación durante la semana para dar anestesia en horario inhábil, es decir, después de las 20:00 horas. Se solicita así mismo, que dada la permanencia que ellos tendrían durante toda la semana asesoren a la Dirección en la formulación de protocolos para dar cumplimiento con las exigencias para el proceso de acreditación. Todo esto mientras dure la decisión de los anestesistas locales de no administrar anestesia después de las 20 horas. Se comunica a través de documento que se adjunta con firma de Gerente, Director Médico y Vicepresidente del Directorio.
Como reacción a esta decisión la agrupación de anestesistas locales decide abstenerse de asistir en horario diurno y nocturno quedando la clínica sin servicio de anestesia en forma total, por lo que la Dirección se ve en la obligación de extender el acuerdo con el grupo externo para dar cobertura de anestesia las 24 horas. Se envía una circular informativa que expresa claramente que esta decisión no impide la asistencia de los otros anestesistas para la atención de pacientes privados e Isapres o cuando éstos sean requeridos por los cirujanos concurrentes.

A pesar de ello, los anestesistas se abstienen de asistir durante un periodo de aproximadamente 2 semanas, provocando la suspensión de varias cirugías de parte de cirujanos que están a la espera de la evolución de esta situación.

Se realiza una reunión en Colegio Médico, solicitada por los anestesistas, a la cual concurro para explicar la posición de la clínica y aclarar las versiones que sostienen que esta situación forma parte de proyecto previamente organizado para reemplazar a los anestesistas locales por este grupo externo.

Durante todo este tiempo y desde el primer día en mi calidad de director sostuve reuniones (3), con el grupo de anestesistas en donde les manifesté mi preocupación por las consecuencias de esta situación y la necesidad de que se reintegraran a sus labores habituales, para no generar la posibilidad que se consolide la externalizacion del servicio y la convicción que tiene esta Dirección que esta modalidad no asegura la calidad, seguridad y trabajo en equipo que la atención médica requiere.

En todas las oportunidades les manifesté la necesidad de resolver el problema antes de la reunión de Directorio que estaba programada para el miércoles 24 del presente, para así evitar involucrar en la solución del problema a instancias ajenas al ámbito local. También señalé que mientras más tiempo pasara más desfavorable veía la posibilidad de solucionar el problema en la forma más conveniente y adecuada para todos.
Cabe señalar como antecedente que desde mi llegada a la Dirección, en conjunto con la Gerencia se han realizado una serie de reuniones con representantes del Grupo de Anestesistas Local, principalmente con el Dr. Marco Balkenhol y el Dr. Hugo Torrealba, en representación de los otros colegas, para solucionar los problemas que los anestesistas, los usuarios de Pabellón y esta Dirección hemos planteado recurrentemente, con el objeto de buscar una solución conjunta y armoniosa.

Estos problemas han sido de orden técnico, operacional y de la relación contractual del grupo con la clínica, culminando con una reunión entre los representantes del grupo y el Dr. Claudio Santander, Presidente el Directorio.

En esta reunión se resolvió el problema de los aranceles PAD, Fonasa y otros relacionados con la gestión, adquiriéndose el compromiso por parte de los representantes de los anestesistas de colaborar para dar cumplimiento con los indicadores de calidad en pos de la acreditación y por parte del Presidente del Directorio, de desarrollar un proyecto de mejoría de los pabellones lo que fue incluido en el presupuesto aprobado 2012.
En el Directorio de ese mismo día en su sesión 03/2011, del 20 de Julio se aprueba por unanimidad de los directores y sin observaciones de parte de ninguno de ellos la propuesta de contratación de Anestesistas para cubrir las prestaciones institucionales.
Lamentablemente se llegó a la reunión de Directorio sin que los anestesistas se reintegraran, como fueron aconsejados por mí en todas las reuniones que se realizaron, el las cuales participaron el Dr. Eduardo Mordojovic, el Dr. Miguel Lagos y en una oportunidad el Dr. Raúl Riquelme, en su calidad de Presidente de Colegio Médico.
En la reunión del directorio del miércoles se decide en forma nuevamente unánime y sin opinión en contrario por parte de ninguno de los directores, que a la brevedad la Gerencia en conjunto con la Dirección Médica creara un modelo institucional para ser propuesto para aprobación al Directorio, haciéndose hincapié que es deseable por parte de todos que este modelo sea aceptado y acogido por el grupo local que tendría opción preferencial.

Dado que esta reunión terminó tarde y lo extenuante del día y la semana completa decidí en forma personal contactar al día siguiente a los anestesistas locales para comunicarles la decisión y mi voluntad de solicitarle al Gerente la rápida evaluación del modelo, para que a más tardar el miércoles de la semana siguiente tuviéramos una propuesta concreta.
Desgraciadamente al día siguiente a primera hora de la mañana me vi sorprendido por la presencia de una tabla de cirugías de distintas especialidades y la presencia de 2 colegas del Grupo Local que ya estaban dando anestesia a sus pacientes. Les manifesté mi sorpresa e incomodidad dado que el día anterior se había tomado una decisión y me resultaba muy doloroso y delicado tener que en ese momento y circunstancia plantearle a colegas y en algunos casos a compañeros de trabajo de años, que debían retirase hasta que no les fuera comunicada la decisión del Directorio. Ante la duda les pedí que me esperaran para verificar si la decisión se mantenía o había cambiado, lo que fue confirmado con el Gerente y el Dr. Mordojovich debiendo asumir la responsabilidad que me corresponde como Director Médico de comunicarles la decisión.

Creo que es de todos conocida la reacción de la mayoría de los colegas que se vieron afectados por la suspensión de sus cirugías con la consiguiente molestia para sus pacientes y el consiguiente desprestigio de nuestra clínica.

Excusándome por lo extenso del relato en el que me he esforzado por hacerlo lo más ajustado posible paso a exponer mi opinión de la situación, de la que me hago absolutamente responsable, aclarando que esta es una opinión personal y no institucional.

1. Que es absolutamente legítimo de parte de cualquier profesional, empleado, trabajador, individual o agrupado, pretender las mejores condiciones laborales. Sin embargo, esto debe lograrse dentro de un marco de respeto, legalidad, proporcionalidad y tratándose de la salud en un marco profundamente ético.

2. Que reconociendo el derecho de los anestesistas y aún más entendiendo su molestia, abandonar abruptamente los turnos de una institución es cuestionable no sólo desde el punto de vista laboral sino también desde el punto de vista ético.

3. Que buscar la solidaridad generando un problema en cadena afectando a colegas y pacientes y el prestigio de la Institución en la cual han trabajado durante años y de la cual son parte es, a juicio mío, absolutamente desproporcionado.

4. Que esta reacción tampoco es coherente ni consecuente con las múltiples reuniones que se sostuvieron conmigo, la Gerencia y el propio Presidente del Directorio, con los cuales siempre se dio la impresión que se llegaba a acuerdos.

5. Que finalmente es inentendible el propósito de reaparecer 2 semanas después, al otro día de una reunión de Directorio sin conocer aún sus decisiones en relación a la situación generada por este abandono de funciones.

6. A pesar del afecto que siento por gran parte de los anestesistas y el respeto por todos, tengo la convicción que han sido responsables de una situación que ha dañado profundamente la convivencia médica y comparto el juicio de algunos que este conflicto marcará un antes y un después en esta clínica.

Solicito encarecidamente a la Comunidad Médica y particularmente a los anestesistas, hacer un análisis objetivo y desapasionado de la situación y retomar con urgencia y a la brevedad el camino del diálogo.


Claudio Martínez Labra
Médico Pediatra ICM 9845
Director Médico
Clínica Los Andes de Puerto Montt

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